OPINIONES de EL NUEVO HERALD

Publicado el 3 de abril de 2001 en El Nuevo Herald

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Una actitud proactiva

JORGE LUIS ROMEU

Cuentan que una noche San Francisco invitó a un joven fraile a predicar con él. De la emoción, el pobre joven no pudo pegar un ojo: se veía en una gran plaza, rodeado de piadosos feligreses, explicando las bondades de Cristo y los misterios de la fe. Y así, apenas rayó el alba, se paró en la puerta del convento a esperar al santo. San Francisco sacó el rosario y le dijo: ``Vamos''. El joven fraile sacó el suyo y se puso a rezarlo, en silencio. Subían y bajaban rezando calladamente por las calles, atravesaban las plazas sin detenerse y entraban y salían de mercados y foros. Al fin se para el santo y, para gran sorpresa del joven, se encontraban nuevamente ante la puerta del convento: ``Pero, padre'', dijo intrigado el joven, ``¿no íbamos a predicar?'' A lo que San Francisco suavemente contestó: ``¿Y qué piensas que hemos estado haciendo toda la mañana?'' Esta anécdota siempre me viene a la mente cuando trato de explicar y hacer comprender la situación de Cuba a mis colegas y amigos latinoamericanos. Hace algunos años, y con ese objetivo, publiqué una serie de artículos sobre Cuba en el diario Excélsior de México. Mas no quedé muy conforme con el impacto de su mensaje: los lectores no me conocían ni podían saber por qué así pensaba y me expresaba. Las palabras se las lleva el viento --talk is cheap. Y, como decía San Francisco en la anécdota de marras, la manera más eficaz de convencer es predicando con el ejemplo. Porque la cosa no es hablar --sino lograr que nos escuchen y reciban nuestro mensaje. Dando ayuda académica a aquéllos que la necesitan es como mejor damos a conocer la otra Cuba Es por eso que quisiera hoy contarles del Proyecto Juárez Lincoln Martí de Educación Internacional, que es una manera proactiva de dar a conocer la otra Cuba a México y Latinoamérica sin articular una sola palabra --y que la gente nos escuche. El Proyecto Juárez nació en 1994, trabajando yo como profesor del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), siendo becario Fulbright-García Robles. Entre mis funciones estaba la de dar algunos seminarios en otras universidades del país. Así, fui a parar a la Universidad Autónoma de Tamaulipas en Tampico, donde di un taller sobre métodos de enseñanza utilizando tecnología. Y allí descubrí dos cosas muy importantes. Primero, que las universidades de provincia estaban muy necesitadas de estos talleres, así como de los correspondientes materiales docentes. Y segundo, que la mayoría de los profesores extranjeros no las podían servir. Los profesores que vienen de fuera apenas hablan el castellano --y los profesores de estas instituciones no hablan inglés. Además, universidades como la UNAM, el ITAM, o el ITESM, por sólo mencionar algunas, son bien conocidas en el mundo académico, y enseñar en ellas es una gran distinción para cualquier visitante. ¿Mas cuántos quieren hacerlo en universidades pequeñas y de provincia? Habíamos, pues, descubierto nuestro nicho: el Proyecto Juárez Lincoln Martí (http://WEB.cortland.edu/~matresea rch/) se creaba para servir a esas instituciones. Tres actividades identificamos para atacar el problema. La primera, la recolección y envío de libros de ciencias y matemáticas. Y a la fecha, se han mandado varias cajas con miles de dólares en libros, donados por colegas y asociaciones profesionales. La segunda, traer una selección de profesores a eventos de educación en EU. Y al presente más de quince han venido, con becas completas, a los congresos de SUNY de usos de tecnología en la educación, con apoyo del comité organizador de este evento, la USIS, el Instituto Mexicano de Cultura, la Asociacion Fulbright, Conahec, etc. Por último, es más eficiente llevar un profesor que enseñe a veinte o treinta, que traer una docena. Así, impulsados por un mini-grant del Departamento de Estado de EU, comenzamos a impartir talleres cortos sobre educación. Al presente, se han dado talleres intensivos de varios días (y aun vía educación a distancia) en la UDLA, la Veracruzana, Chapultepec e Hispanoamericana y conferencias en varias otras instituciones. En todos nuestros extensos periplos (por México, Venezuela y España, donde también funciona nuestro proyecto) siempre hemos encontrado receptividad y comprensión cuando, a título particular o en conferencias especialmente organizadas al efecto, hemos explicado el problema de Cuba a nuestros colegas. Y pensamos, como San Francisco, que es dando ayuda académica a aquéllos que tienen serios problemas y tanto la necesitan como mejor damos a conocer la otra Cuba. Romeu es Educador, y dirige el Proyecto Juárez Lincoln Martí. © El Nuevo Herald Copyright 2001 El Nuevo Herald