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Revista de la Universidad Veracruzana Volumen XIV, Numero 3, Sept-Dec. 2001
La creación de tales profesionales en América Latina ayudaría a (i) fortalecer la economía regional y (ii) a obtener una posición mas competitiva respecto a la globalizacion. Además, tales profesionales podrían también (iii) contribuir a lograr gobiernos mas estables y democráticos en sus respectivos países así como a (iv) estrechar el contacto entre los pueblos Iberoamericanos.
La necesidad económica para la creación de tal tipo de profesional es evidente. La economía mundial se integra cada vez mas (e.g. TLC, Mercosur, CEE, APIC). Y las actividades de las transnacionales hacen necesario el desarrollar trabajos profesionales a través de las fronteras. Además, los avances tecnológicos (comunicación por satélite, fax, celulares), educacionales (enseñanza a distancia) y computacionales (Internet, laptops, pentiums) hacen que el trabajo internacional y multidiciplinario no sea ya solo factible sino económicamente muy ventajoso.
Las necesidades políticas son tal vez menos evidentes pero no menos imperiosas. El aislamiento político y económico de Latinoamérica, durante la época de las dictaduras militares, ha resultado en falta de competitividad entre muchas empresas regionales. Esto ha contribuido a que sus niveles técnicos y administrativos bajasen, funcionando muchas veces con gerencias eminentemente políticas, poco preparadas técnicamente, pero cuya lealtad al gobierno era incuestionable. El aislamiento profesional resultante solo contribuye a perpetuar tales estructuras arcaicas e ineficientes. Por tanto, propiciando la formación de profesionales internacionales, preparados para trabajar con colegas de otros países, contribuiríamos también a terminar con la deficitaria estructura administrativa que nos hace poco competitivos internacionalmente.
Estos profesionales internacionales estarían en condiciones de establecer y coordinar alianzas y equipos de trabajo para abordar modernos problemas que no reconocen fronteras, tales como los ecológicos, sociológicos y de desarrollo regional. De hecho, estos profesionales ya existen y muchos de ellos están trabajando para organizaciones como los Bancos Interamericano y Mundial, el Fondo Monetario Internacional, y agencias de desarrollo internacional tales como USAID, INSEAD, etc. Obtener la experiencia para ocupar tales puestos lleva muchos años. La presente propuesta pretende, precisamente, captar una parte de esta experiencia en el curriculum y llevarla al estudiante, para su adquisición durante sus estudios –y al profesional en ejercicio, para que adquiera la oportunidad de progresar mas rápidamente.
(i) Concentración Académica Similar: las carreras constarían de un “core” o curriculum común para todos los países integrantes del proyecto, así como de asignaturas opcionales. Las materias comunes serian eminentemente técnicas pero también humanísticas (cubriendo la geografía, historia y economía regionales). Estas, ayudarían a una mejor comprensión de la idiosincrasia e intereses de los individuos de los distintos países. Al curriculum común, cada universidad o país añadiría materias de su propio interés. Por ejemplo, el curriculum común de la carrera de estadísticas podría incluir calculo, álgebra lineal, probabilidades, estadística general, regresión y análisis de varianzas. Además, cierta universidad podría optar por añadir un curso de series de tiempo y otra, por impartir un curso de diseño de experimentos. Los curriculums comunes se podrían elaborar de común acuerdo, a través de comisiones de las organizaciones académicas y profesionales regionales.
(ii) Nivel de Educación Similar: las asignaturas del curriculum común tendrían el mismo nivel académico. Se mantendrían los tres niveles de pregrado, maestría y doctorado que se aceptan hoy en casi todo el mundo. Esto no forzaría a que las universidades tuviesen idéntico curriculum, ni que las materias fuesen impartidas en el mismo año ni bajo el mismo numero de horas ni de cursos. En las universidades americanas y europeas, por ejemplo, hay ciertos parámetros generales de regulación, establecidos y aceptados de común acuerdo por una organización acreditatoria regional.
(iii) Vocabulario Técnico Compatible: para comunicarse hay que entenderse bien y existen pequeñas diferencias en el habla que dificultan la comunicación. Por ejemplo, en nuestros periplos por América Latina hemos encontrado que lo que se conoce como docimasia en un lugar se conoce como prueba de hipótesis en otro, que un estadigrafo es un estadístico, o un survey es un muestreo. Seria conveniente resolver estas pequeñas diferencias de habla para facilitar la comunicación entre profesionales. La elaboración de tesauros técnicos regionales ayudaría en este proceso.
(iv) Vinculación con Asociaciones Profesionales: es muy importante que las asociaciones de cada país se vinculen en organismos regionales. Por ejemplo, en estadísticas existe el Instituto Inter Americano de Estadísticas (IASI). Tales asociaciones profesionales regionales coadyuvarían a establecer los curriculums generales en sus respectivas carreras, interactuarian con los colegios profesionales de cada país e intercambiarían y facilitarían información, bibliografía, revistas, etc. y desarrollarían los talleres de entrenamiento de profesionales en ejercicio, en cada país.
(v) Vinculación y Movilidad entre Profesionales: los miembros de las instituciones regionales contribuirían a divulgar los trabajos desarrollados en otros países, así como a la formación de grupos de trabajo, sociedades, alianzas, etc. para acometer proyectos que van mas allá de las fronteras o a someter propuestas a las organizaciones internacionales. Esto podría hacerse a través de revistas, talleres, simposios y demás actividades profesionales usuales.
La implementacion de este proyecto requiere fundamentalmente del apoyo de dos grupos de instituciones: la universidad y los colegios profesionales. La universidad podría trabajar en (i) la revisión y modificación de los nuevos curriculums y (ii) en la coordinación con otras universidades iberoamericanas para que la implementacion de estas modificaciones curriculares fuese compatible.
Las asociaciones profesionales cooperarían en el desarrollo de programas para profesionales en ejercicio. Esto se haría a través de conferencias, cursillos, talleres, etc., como ya hemos expresado. Además, se establecerían programas de intercambios con asociaciones homologas de otros países, para coordinar que todos los esfuerzos de formación profesional también fuesen compatibles.
Hoy día, ya existen asociaciones profesionales en varios países que están vinculadas a través de grupos profesionales regionales. Existen también ya instituciones universitarias nacionales que se encuentran vinculadas supranacionalmente. Un primer paso podría ser el de reunirse para discutir la factibilidad de establecer estas carreras comunes y de elegir o nombrar una comisión coordinadora que se encargue de comenzar el estudio de un plan de trabajo para llevar todo esto a vías de hecho.
Esta claro que muchas de estas universidades son estatales y necesitan la autorización de los gobiernos de sus distintos países. Es aquí donde las asociaciones de universidades y de profesionales podrían servir de abogados, ante sus propios gobiernos, para obtener el apoyo decidido o al menos la no interferencia de estos. Sabemos que existen intereses para mantener el aislamiento presente, pues una mayor intercomunicacion podría afectar algunas posiciones. Pero creemos que, a la larga, son mas los beneficios colectivos que los intereses lesionados y que estos prevalecerán sobre aquellos.
Una vez formada las comisiones de trabajo, se podrían elaborar planes generales para algunas carreras. Calificamos los planes de amplios, en el sentido de no ser muy detallados sino mas bien de líneas generales, dejando los detalles para ser llenados, mas adelante, por las organizaciones nacionales que los lleven a cabo. El exceso de detalle es a veces un serio obstáculo inicial.
Por ultimo, la falta de recursos ha sido tradicionalmente una de las limitantes principales de cualquier empresa. Por tanto, es imprescindible asegurar la financiación de las comisiones de trabajo. Esta financiación podría surgir de una combinación de fondos: instituciones universitarias, asociaciones profesionales, el gobierno, fundaciones nacionales e internacionales, etc. Además, con el uso de modernos medios de comunicación (Internet, correo electrónico, fax, videoconferencias, etc.) es posible realizar mucho mas con menos y estirar al máximo los recursos disponibles.
Nuestra experiencia mas extensiva y fructífera ha tenido lugar en México y comprende intercambios de profesores, organización de talleres e investigación. Comenzamos durante nuestra beca Fulbright-Garcia Robles, formando docentes en las técnicas del uso de la simulación en la enseñanza de la estadística. Conjuntamente, dimos seminarios y cursos intensivos cortos, en distintas instituciones de país. Las propias instituciones beneficiarias pagaban nuestro alojamiento y transporte y COMEXUS apoyaba al instructor .
De regreso en EE.UU. organizamos el proyecto de educación internacional “Juarez-Lincoln- Marti” (http://WEB.cortland.edu/~matresearch/) que ha obtenido, en un periodo de seis años, mas de quince becas para la asistencia de profesores universitarios mexicanos a congresos de educación. Además, el Proyecto ha impartido media docena de talleres de desarrollo académico sobre el uso y administracion de tecnología en la enseñanza de matematicas, estadísticas y ciencias y ha donado varias cajas de libros de texto. Los fondos se obtuvieron del sindicatos de profesores y de organizaciones gubernamentales y universitarias, asi como profesionales, cívicas, etc. de las cuales éramos miembros o donde conocíamos gente. Nuestro tiempo era voluntario. Y las instituciones beneficiarias aportaban el alojamiento y cooperaban a los gastos de transporte. Tambien, sometimos varias propuestas de investigacion conjunta (Mexico-EEUU-Canada) en el area de la ecologia y organizamos una lista electronica para el intercambio de informacion tecnica.
En España también hemos realizado varios cursos cortos para la formación de profesores, en las vacaciones de verano y de invierno. Estos han sido financiados mediante una “cooperativa” de instituciones beneficiarias que han sufragado distintas fases del proyecto: unas, los pasajes hacia España; otras, el estipendio del instructor; y todas, el alojamiento, comida y transporte interior.
En Venezuela, hemos organizado proyectos de intercambio de profesores y alumnos entre universidades americanas y locales. Y hemos dado cursillos de entrenamiento, evaluado programas y realizado estudios de factibilidad respecto a las necesidades relativas y complementarias de estas instituciones transnacionales, con vista a la implantación de intercambios multilaterales.
Trabajando en Venezuela introdujimos un innovativo programa de intercambio. Se invito a un profesor venezolanos )como contraparte o “pasante”) a trabajar en nuestra universidad. Este, compartió durante varias semanas nuestra oficina, utilizando, practicando y aprendiendo el uso de nuevos equipos y tecnologías, asistiendo a nuestras clases y observando nuevos métodos del uso intensivo de tecnología en el aula. El viaje del pasante, así como su sueldo durante esta visita a nuestro recinto, fue sufragado por su universidad. Los gastos de estancia y comida fueron sufragados por un “grant” de nuestra universidad, así como por su propio trabajo, desarrollando materiales en castellano para el Departamento de Lenguas. Ademas, perfecciono su ingles y observo las peculiares características del sistemas universitario norteamericano, tan diferentes de los nuestros.
En la Argentina, a través del Internet y en combinación con un grupo de profesores argentinos y norteamericanos, trabajamos en el desarrollo de un programa de maestría en investigación operativa. El trabajo de este comite fue totalmente voluntario. El programa docente ya ha sido aprobado y se encuentra funcionando en esa institución austral.
Con respecto a Cuba, hemos propuesto otro proyecto de desarrollo académico para profesores universitarios y hemos colaborado con la escuela de medicina de SUNY, en Brooklyn, NY, en su programa de intercambio con la escuela de medicina de la Universidad de La Habana.
En el área de experiencias administrativas, ya señalamos los dos problemas fundamentales: la escasez de tiempo y de dinero. La mayor parte de nuestras experiencias internacionales han sido realizadas a base de ayuda económica publica y privada, a base de solicitar “grants” a múltiples organizaciones y a base de tiempo y recursos voluntarios.
Dos importantes factores que han hecho posibles nuestros proyectos han sido (i) la extensa ayuda de los contactos personales en el país contraparte (e.g. alojamiento, transporte, información, etc. proporcionada voluntariamente por las contrapartes) y (ii) el uso intensivo del Internet y el correo electrónico, para minimizar los costos de teléfono, FAX y correos.
Ciertamente existen muchos problemas, para los cuales hemos presentado algunas soluciones practicas. Tambien existen las organizaciones regionales y nacionales (profesionales, estatales, institucionales) que podrían constituir el germen de tal proyecto de formacion de profesionales. Y sin duda alguna, existe el personal capacitado para llevar estos planes adelante. Pero por sobre todos los escollos, un tal proyecto ayudaria a fomentar las bases de sólidos vínculos Latinoamericanos, a favorecer el desarrollo económico y político y a proporciones mayores oportunidades profesionales.
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Romeu, J. L. 1998. “A Project for Faculty Development in a Transitional Cuba”. Proceedings of the Association for the Study of the Cuban Economy (ASCE). Miami, Fla.
Romeu, J. L. 1998. “Experiencias Internacionales de Colaboracion en Iberoamérica”. Actas del Grupo de Estadísticas. III Congreso Iberoamericano de Matemáticas (IIICIBEM). Caracas.
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